Según cuentan fueron miles y miles lo asistentes al mogollón ese de la noche flamenca. Este fin de semana tenemos otro jolgorio, esta vez organizado por el obispo y sus cabildo de especialistas procesionarios y también serán miles y miles de aficionados a los mogollones los que acudan. Probablemente los mismos de la noche flamenca.
En fin, es un hecho incontrovertible: al cordobesito/a le van los incómodos y ruidosos mogollones multitudinarios.
¡Sociólogos, estudiad este comportamiento del cordobés y sacad conclusiones!
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Por: Federico Robles
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